Si nadie lo remedia (los milagros son cada vez
más difíciles en nuestro país) en unos días se consumará una de las mayores
tragedias imaginables en la cultura de España y del cine en particular: el cierre
del 90 por ciento de las salas de exhibición de Alta Films, empresa de la
que es propietario Enrique González Macho, a quien en la pasada edición de
SEMINCI entregamos una merecida Espiga de Oro de Honor por su apoyo al cine de
autor español y europeo, en general, y a
nuestro festival en particular. De las 200 salas de que disponía la
empresa solo quedarán, en breve, unas 20, básicamente en Madrid capital y
en Barcelona. Alta Films, empresa modélica en España en lo que a
distribución y exhibición de cine de autor se refiere, mantenía una cadena de
cines donde aún se podían ver películas en versión original y en las que
nunca faltaban las mejores películas de cine de autor europeo y español.
González Macho, junto a su hijo Enrique González Khun y un gran equipo de
profesionales, buscaba las mejores películas independientes, de autor, para
distribuirlas en España, primero, y luego exhibirlas. En ocasiones incluso arriesgaban
importantes cifras de dinero para participar en la coproducción de
películas (sobre todo españolas) para hacerlas posibles, primero, para
asegurarse su distribución y posterior exhibición. Y por encima del negocio, la
familia y su equipo demostraban una y otra vez su amor al cine. Un tipo
de cine distinto, especial, ambicioso en las formas y en el fondo, apegado a
la realidad, un cine de sentimientos. Un tipo de cine que cada vez va a
tener menos salas donde mostrarse y que, en algunos casos, dada su casi
inexistente presencia en los canales de televisión, tristemente, va a quedar restringido
a los festivales como el nuestro.
Pero, además, parece que Alta Films va a
deshacerse de algunas películas que se había comprometido a distribuir en
España. Títulos de primer nivel en lo que a cine de autor se refiere. Así,
pues, se agranda la tragedia para los aficionados al cine de autor. Un
mercado en el que, junto a Alta Films, resisten otros “héroes del momento”,
como Golem, Vértigo Films o Wanda Films, entre otros, también buenos
aliados de SEMINCI a los que animamos a perseverar en su actividad.
Hace ya
muchos años que los representantes de todas las distribuidoras citadas, en un
acto para medios de comunicación, anunciaron que su trabajo de distribución de
cine de autor europeo y español estaba en peligro. Contaron ya hace muchos años
que las cuentas empezaban a no salir ya que la inversión hecha con la
importación de películas solo la cubrían si a las recaudaciones de las
taquillas se unía el pago de los derechos por emisión de los canales de
televisión. Denunciaron que las televisiones (entre ellas TVE), en
una pugna salvaje por las audiencias, programaban cada vez mas películas
comerciales (básicamente norteamericanas) y empezaban a no comprar cine
europeo.
Pasados bastantes años, la situación, lejos de mejorar, ha
empeorado. Es muy difícil ver cine de autor reciente en los canales de
televisión españoles. Si estos no compran las películas de los distribuidores
independientes, si (como afirma González Macho) bajan las ventas de las
películas en DVD a causa de la piratería y si se desploman los
taquillajes por la subida de los precios de las entradas, sobre todo por el
brutal incremento del IVA al 21%, la situación no puede ser otra
que de inquietud y alarma.
Sentimientos unidos a la pena, tristeza y rabia que nos produce la situación
concreta de los amigos de Alta Films.
Es tiempo de ánimos, de destacar lo mucho que
les debemos y nuestro agradecimiento más
sincero.
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